domingo, 18 de noviembre de 2018

Tres piedras y fuego, origen del Hinukan

Había leído en un foro sobre el Hinukan, que es un altar que estaba (está) en la cocina para proteger a la familia. 

Realmente, en mi casa nunca hemos tenido uno ni se ha hablado de este tipo de altares, siendo para nosotros el único altar el Butsudan. Así que me entró la curiosidad por saber más. 

 El Hinukan es un altar de adoración okinawense y al cual la familia pide por protección. “Ya me confundí, ¿el Butsudan no hacia eso?” dirán algunos. No, en primer lugar, el Butsudan es un altar para honrar la memoria de nuestros fallecidos y es un medio entre ellos y nosotros, sus parientes vivos, durante 33 años, que es lo que dura su ascensión a la Plenitud (o al Cielo, no sé cómo definirlo). Podemos pedirles por protección, pero no es su misión principal. 

El Hinukan es el altar al cual sí atendemos para que nos brinde protección. La adoración al Hinukan (dios del fuego) es más antigua que la de los ancestros (representado por el Butsudan). 

Recién a partir del siglo XVII podemos encontrar Butsudan en los hogares okinawenses [1][2]. Antes de esa época, el Hinukan era el altar de adoración principal en el hogar. En muchas culturas, el fuego tiene un simbolismo particular. Como un elemento de la naturaleza que cocina nuestros alimentos y nos da calor [3], se le consideró como un benefactor. 

Hinukan antiguo (Imagen:  阿佐工房のブログ)
Antiguamente en Okinawa, se cocinaban en fogones o kamado, que rústicamente eran tres piedras distanciadas entre sí, formando un triángulo. 

Con el tiempo, estos kamado evolucionaron hasta convertirse en las modernas cocinas que todos conocemos. 

El dios del fuego (“Hi no kami” en japonés o “Hi nu Kan” en uchinaaguchi) representado por el fuego con el que se cocinaba los alimentos, estaba simbolizado por las tres piedras del kamado y ahora, con el incenciario (kourou). Su lugar de adoración, sería la cocina, naturalmente. Umichimun ウミチムン (Omitsumono o “tres objetos sagrados”) o Ukama ウカマ (Okama o “fogón sagrado”) [4] son los otros nombres alternativos al Hinukan, pero que solo los evocamos para recordar el origen de esta creencia (y así no olvidarnos). 

Hinukan "moderno" (imagen: Mugisha)
La que se encarga de su cuidado es la mujer de más edad en la familia. Debe cambiarle el agua todos los días y colocarle ofrendas de arroz (ubuku) cada quincena, pidiendo siempre por protección y salud de la familia. Se cree que el dios del fuego (Hi nu Kan) va al cielo del cual fue enviado para que nos proteja entre el 24 de diciembre y el 3 de enero, por lo que la mujer le brinda ofrendas para contentarlo (como si fuese un soborno)[5] y "hable bien de nosotros". 

El Hinukan es un altar conformado por el kabin o florero con hojas como Kusamaki o Inumaki (Chaagi en uchinaaguchi), Croton o Sakaki (o similar), el Kooroo o incenciario, yunomi para el agua, el takatsuki para la sal y el sakazuki para el sake. Y cada quincena, el ubuku (ofrenda de arroz cocido). 

Esta es una costumbre que recuerda mucho a las costumbres del sudoeste de China y Taiwán[5] , lo cual no debe sorprendernos, puesto que muchas de las costumbres okinawenses, tienen orígenes chinos, incluido el culto okinawense al Butsudan. Realmente, muchos seguimos la costumbre de nuestros oji u oba, pero a veces podemos olvidar sus orígenes y su verdadero propósito. 


FUENTES: 
[1] BAKSHEEV, Evgeny S. Becoming Kami? Discourse on Postmortem Ritual Deification in the Ryukyus. Japan Review, 2008, 20:275–339. Pág. 279, 291.




[5] CHAO, Chi-Fang. Dancing and ritualization: An ethnographic study of the social performances in southern Okinawa, Japan. Ph. D. Thesis Department of Dance Studies School of Performing Arts University of Surrey. Junio 2001. Pág. 113. 


(Artículo publicado originalmente en el Facebook de Jiritsu, el 20 de agosto de 2017).

De este pozo, salía el agua de la vida... y de la muerte

La imagen que comparto me hizo recordar al pozo de El Aro. ¿Se acuerdan? 

Pero es un sudimizugaa [1] (o sudimijigaa, literalmente “pozo de agua de rejuvenecimiento” en uchinaaguchi), un pozo sagrado en Okinawa en donde antiguamente se sacaba el agua para atraer la juventud. 

Los okinawenses creían que el mundo estaba habitado por innumerables espíritus supernaturales y sagrados (Kami). [2] Por su naturaleza animística, existen diversos lugares sagrados en Okinawa. Cerca de los Utaki o bosques sagrados en donde se veneran a los dioses y ancestros, podemos encontrar pozos sagrados (Kaa). [3] 

Antiguamente se adoraba a diversos elementos de la naturaleza, como el agua. El agua tenía una gran importancia para los okinawenses porque era la fuente de vida, la que saciaba su sed y alimentaba a sus cultivos y animales. En estos pozos se rezaba al espíritu del agua para que cuide de los ancestros y para pedir salud y prosperidad a la familia. [2] 

Estas creencias formaron parte de su vida diaria. Cuando nacía un bebé, la familia sacaba agua de un sudimizugaa o un pozo sagrado cercano y la usaba para bañar al bebé. [3] Era el Shijimizu o “agua que trae juventud”. Cuando la persona muere, por el contrario, se le mojaba sus labios con el shinimizu o “agua que trae muerte”. 

En la actualidad, aún se sigue realizando esta práctica como parte de los ritos funerarios. 

Existe una leyenda de la isla de Miyako que cuenta el origen del agua que trae la vida y la muerte. 

Cuando los primeros hombres habitaban la isla de Miyako, el sol y la luna enviaron a Akariyazagama a la tierra para dar a los hombres el elíxir de la inmortalidad. Descendió de los cielos con dos baldes, uno con el agua de la inmortalidad y el otro, con el agua de la mortalidad. Tenía que bañar a los hombres con el agua de la inmortalidad y a la serpiente con el agua de la mortalidad, según las órdenes del sol y la luna.  Cansado por el viaje, Akariyazagama dejó los baldes a un lado del camino. De repente, apareció una gran serpiente que se bañó en el agua de la vida o inmortalidad. Para los hombres, solo quedó el agua de la muerte. 

Por este descuido, se dice que las serpientes son “inmortales” literalmente, porque pueden mudar de piel. 

Como un consuelo para los hombres, se cuenta que los dioses enviaron el wakamizu (agua de la juventud), el cual se acostumbra a tomarlo en la mañana del primer día del nuevo año.[4] 


FUENTES: 
[1] Imagen tomada de la web Aritearu. Originalmente publicada en el libro: MATSUI, Tomo. Okinawa no uchuzo: Ikemajima ni Nihon no kosumoroji no genkei o saguru. Japón. Yosensha. Pág. 85. 

[2] NAKASONE, Ronald (editor). Okinawan Diaspora. University of Hawaii Press. Pág. 151. 

[3] CHILSON, Clark y KNECHT, Peter (editors). Shamans in Asia. Routledge, 2003. Pág. 131. 


(Post publicado originalmente en el Facebook de Jiritsu, el 3 de septiembre de 2017).

El estadio La Unión: nació gracias al aporte de muchos nisei, pero también gracias ala campaña radial de Augusto Masuda

Augusto Masao Masuda Medina (1927-2014) fue un destacado abogado, periodista y candidato a diputado por la lista Movimiento de Avanzada Peruano (1963). Pero también, fue productor radial. 

En su programa La hora japonesa (*) en Radio Victoria (1952), don Augusto Masuda transmitía información sobre Japón y las actividades de la colonia japonesa en el Perú así como música japonesa, todo en edición bilingüe (japonés y castellano). 
Y también, contaba sobre la necesidad de contar con un campo deportivo para la colonia japonesa. 

Tras la guerra, los jóvenes nikkei no contaban con un lugar para practicar deportes. Iban a Barranco, en donde había un campo deportivo al que alquilaban por una hora, y también iban a Barrios Altos. 
Cuando se fundó el club nisei Pacific Club, don Augusto Masuda asistía a sus reuniones. Entre las muchas reuniones, nació la idea de hacer un campo deportivo para los nikkei. 

Don Augusto, en calidad de secretario para el nuevo proyecto, usó su programa La hora japonesa para difundir la importancia de un campo deportivo y contar sobre los avances de su construcción. 

Esta era la época en que se organizaron las primeras actividades pro-adquisición del terreno de La Unión. 

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Datos interesantes como éste y otros más, pueden encontrarlo en el libro de Tetsuya Hirahara La hora japonesa en el Perú. Historia de los programas radiales para la colonia japonesa (Tokyo, 2018). 
Pueden descargar el libro haciendo click en este enlace:

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(*) Debido al éxito de La hora japonesa de don Augusto Shozen Irei, aparecieron diversos programas similares, tanto en Lima como provincias; incluso, compartiendo el mismo nombre. 

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Como nota curiosa, en la imagen que comparto, aparece don Augusto Masuda Medina, en donde aparece como leyenda de la foto 増田辯護士 (Masuda bengoshi /abogado Masuda), en donde aparece como primer kanji (ben 辯) uno ya en desuso para este término (kanji kyujitai, que son los kanji tradicionales de la preguerra). 
Ahora, este término (bengoshi/abogado), se escribe así: 弁護士.
Notamos, así, que para ese año (1963), aun el diario usaba máquinas de escribir (o para armar los textos) con caracteres kyujitai. 


FUENTE E IMAGEN: 
HIRAHARA, Tetsuya (2018). La hora japonesa en el Perú". Tokyo. (Imagen publicada originalmente en el diario Peru Shimpo, 23 de mayo de1963). Sitio web La hora japonesa en el Perú.

(Post publicado originalmente en el Facebook de Jiritsu, 18 de noviembre de 2018).

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