domingo, 23 de febrero de 2014

El Origen del Tootoomee o Ihai (Un Cuento de Okinawa)

Dicen que los cuentos infantiles no siempre son pura fantasía, sino, más bien, hechos reales. Cuando niños, leemos los clásicos cuentos que muchas veces, fueron pasando de generación en generación. O, acaso, ¿quién no ha leído “La Cenicienta” o “El Flautista de Hamelín” cuando era un niño? 

Bueno, seguramente, que éste último no es un cuento "tan" conocido como "La Cenicienta", pero cuando yo tenía 7 años, "El Flautista de Hamelín" fue el primer cuento que leí por mí misma. Lo leía y releía tantas veces que hasta me aprendía de memoria todos los diálogos. Y hasta mi mamá tenía que pegar nuevamente las figuritas al libro con cinta adhesiva por tanto uso (ya que mi cuento era del tipo “pop-up”, es decir, con imágenes desplegables). 

A esa edad, nunca me he preguntado si era cierto o no que hubo una gigantesca plaga de ratas en un pueblo o si el flautista era realmente un exterminador de ratas que, metafóricamente, las encantaba. 

En fin, solo leía el cuento porque me entretenía. Pero ya con los años uno cambia y ya dejamos de interesarnos en los cuentos infantiles y, más bien, si tenemos hijos o sobrinos pequeños, les leemos o dejamos que lean los mismos cuentos clásicos que alguna vez hemos leído cuando éramos niños. 

Algunos cuentos son más crueles que otros; y algunos otros, más absurdos que el anterior. Pero aún así, seguimos con la costumbre de leerlos, de una generación a otra. 

Muchas veces continuamos una costumbre, así como con los cuentos, pero ya con tantas generaciones encima o tiempos tan distintos, es fácil que se cambie algún que otro detalle. Y mientras tanto, la memoria hace de las suyas: hace que olvidemos, muchas veces, su origen. Pero, ¿sabían que los mismos cuentos infantiles pueden esconder hechos históricos? (y claro, muchas veces, son adaptados al público infantil con eufemismos o adornos literarios). 

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Imagen tomada de: アリビラ ネイチャークラブ (Hotel Nikko Alivila)
La semana pasada había encontrado un cuento de Okinawa que relata el posible origen de los Tootoomee トートーメー (Ihai 位牌 en japonés). Los Tootoomee son las tablillas en donde están escritos los nombres de los parientes fallecidos y se colocan en el butsudan o altar budista).
Estuve leyéndolo y, aunque la trama es bastante simple, cabe la posibilidad de que se haya inspirado en un hecho real pero que ocurrió hace mucho, muchísimo tiempo atrás. 


Quise comprobar si habían otras versiones, pero solo encontré una. A pesar de esto, no dudo que sea un cuento de Okinawa, puesto que la fuente de donde lo encontré es confiable). Así que mejor veamos de qué trata este cuento. Está escrito en un japonés simple y sencillo, como para que lo lea un niño, por lo que lo he traducido de manera libre, sin perder los detalles más importantes. 

(LAS SIGUIENTES IMÁGENES SON DE PROPIEDAD DE NHK (うちなーであそぼ), A MENOS QUE SE INDIQUE LO CONTRARIO):

Había una vez, un hijo que no le gustaba trabajar. Se llamaba Sanraa サンラー y vivía en el pueblo junto con Anmaa アンマー ("mamá" en uchinaguchi). Anmaa, ya era una persona mayor, pero aún así, seguía trabajando en el campo.

Sanraa, a ti no te gusta trabajar y ya los años me pesan…”, dijo Anmaa cuando éste, con total desparpajo, le interrumpió diciendo: “No se preocupe, cuando usted ya no esté, ahí voy a ponerme a trabajar”. 
Pero la realidad es que Sanraa no quería trabajar en lo absoluto. Un día, Anmaa llegó a la casa después de haber trabajado en el campo, como siempre hacía todos los días. “Sanraa, ya llegué…”, dijo la mamá al entrar a la casa, pero Sanraa no estaba. Se había llevado el dinero de su mamá para irse a la ciudad y divertirse.
Anmaa, con la cabeza baja por la decepción y la pena por su hijo pensó “Ahh… por eso siempre falta dinero en casa. ¿Por qué mi hijo es así?... Cuando yo ya no esté, ¿qué pasará con él?"
Mirando hacia fuera, Anmaa pudo ver que el cielo se había nublado repentinamente. “¡Parece que va a llover mucho! Para cuando llegue Sanraa, ya el río estará desbordado", pensó Anmaa. A pesar de todo, Anmaa cuidaba mucho a Sanraa.
Tomó su capa y sombrero de paja para protegerse de la lluvia y salió de la casa para encontrarse en el camino con Sanraa y prevenirlo del peligro. La lluvia se volvió más fuerte y apenas se podía ver el horizonte.
!Sanraa, Sanraa!” gritó Anmaa en medio de la torrencial lluvia. Ya para ese momento, el río se había desbordado y había hecho desaparecer el camino.

De pronto, Anmaa pudo ver a Sanraa al otro lado del río. “!Sanraa, no vengas aquí! ¡El río se ha desbordado y es peligroso que vengas aquí!”, gritaba Anmaa, pero la lluvia era tan fuerte, que parecía que callaba sus gritos.
Sanraa no podía entender lo que Anmaa le gritaba desde lo lejos. “¡¿Qué?! ¡No la entiendo! ¡¿Dice que venga aquí?!”, fue lo que contestó a gritos.
Anmaa intentaba con todas sus fuerzas prevenir a Sanraa para que no vaya por ese camino, pero fue en vano.
Vino repentinamente una fuerte corriente de agua que apagó finalmente los denodados gritos de Anmaa. “¡Anmaa! ¡Anmaa!", gritó Sanraa al ver que el agua se estaba llevando a Anmaa.
Anmaa había desaparecido y lo único que Sanraa pudo ver fue el sombrero de paja de Anmaa que colgaba de la rama de un árbol.
Después de unas horas, la lluvia cesó. Sanraa, tomó la rama en donde se quedó colgado el sombrero de Anmaa y en ella talló un Tootoome. Así, Sanraa podía venerar la memoria de su madre, que ahora ya no estaba con él pero que estaba representado por la rama del árbol que había cogido el sombrero de Anmaa. 

Anmaa, ya voy al campo. He cosechado bastantes naranjas y quiero que se las coma, ¿ya?" 

A partir de la desaparición de Anmaa, Sanraa se volvió un hombre muy trabajador y solía hablar en frente del Totoomee de Anmaa, como si ella aún estuviera en casa y le estuviera conversando. 
Realmente, es una bonita historia, triste pero conmovedora, que nos cuenta sobre el posible origen de los Tootoomee o Ihai. 

Al principio pensé que se refería a la costumbre okinawense de la sucesión masculina del TootoomeeIhai (en donde solo el hijo varón puede heredar el Ihai de sus padres y continuar con la tradición), pero, leyéndolo bien, se refería al Tootoomee en sí. 

He estado leyendo algunas otras fuentes acerca del origen de esta tradición, que sería considerada como machista, según la perspectiva occidental, en la que solo el hijo varón debería llevar el Tootoomee o Ihai de sus ancestros. Pero el tema es un poco complejo que merecería ser compartido ya en otro post. 

Hay tantas explicaciones en donde se menciona, por ejemplo, que la mujer no puede llevar el Tootoomee de sus antepasados puesto que el día que se case, ya dejaría de pertenecer a la familia paterna y se convertiría en un miembro más de la familia de su esposo (o de su futuro esposo). Esta explicación es la más usada y "coherente", en comparación con las otras dos explicaciones posibles, y que menciono a continuación.

Una segunda explicación, un poco más académica (o hasta, "filosófica", diría yo), dice que tiene que ver con el concepto que tienen los okinawenses con respecto a la sangre y el semen y la relación padre-hijo, en donde el hijo está conectado con ambos padres por la sangre (llamada relación no agnática o "Gweeshichi" en uchinaguchi), pero solamente estaría conectado con su padre mediante el semen (relación agnática o "Shiji" en uchinaguchi), por lo que el hombre sería quien “únicamente” haría posible la continuación de la descendencia y de la familia (y por eso debe conservar el Tootoomee con él). 

O especulando, quizás exageradamente, podemos tomar un hecho histórico como una posible explicación. Desde tiempos antiguos, se creía que la mujer era un ser impuro puesto que se la relacionaba con la menstruación y el parto (en ambos, la mujer pierde o elimina parte de su sangre, un elemento considerado como impuro en aquellos tiempos). 
Y por todo esto, la mujer fue excluida de varios eventos dentro de la sociedad japonesa, sobretodo aquellos relacionados con la religión. 
Por ejemplo, fueron excluidas de participar en rituales shintoístas o budistas, así como de ingresar a lugares “sagrados”, como los templos shintoístas y budistas para evitar el contacto con lo impuro ("kegare", en japonés) y el cual estaba “representado” por la mujer, puesto que su mismas capacidades naturales (de menstruar y dar a luz) las relacionaba estrechamente con la sangre. 

Con respecto a esta última especulación, ¿habrá sido ésta una de las razones implícitas por las que la mujer no puede llevar un Tootoomee o Ihai, en donde se trata de evitar cualquier tipo de contacto con ellas, incluso negándoles la opción de llevar el Tootoome o Ihai de sus padres o abuelos? (porque recordemos que el ihai es uno de los elementos utilizados dentro de un butsudan, siendo éste, precisamente, de origen budista). 
Pero, realmente, no sé, solo estoy pensando en voz alta. No he encontrado una fuente que lo diga expresamente. Pero, la teoría misma hace suponer que podría ser una posibilidad, ¿no? 

Aunque, generalmente, en la práctica, la mujer (sea la oba o la mamá, o las hijas) es la que se encarga de atender el butsudan de la casa (ponerle las flores, servirles el ochato o té o limpiar el mueble en sí), se dice que es el hijo mayor o chounan el encargado de llevar o tener el Tootoome o Ihai de su padre y ancestros. 

Aunque claro, en la actualidad, esta costumbre es más flexible (en caso que no haya un hijo varón en la familia, la hija puede llevar el Ihai sin problemas). Esta preferencia por el hijo mayor se debería a que él es quien se encarga de los preparativos del funeral y quien carga la fotografía o ihai del padre fallecido durante el camino al cementerio, según las costumbres funerarias japonesas. En sí, el chounan es el que asume el papel del padre ya fallecido, es decir, es el que lleva la mayor responsabilidad que sus otros hermanos.
Éstos otros, en cambio, cuando contraigan matrimonio o ya tengan un hogar formado, serían como las ramas de la línea paterna (es decir, de su padre ya fallecido) y en un futuro, cuando éstos fallezcan, pueden establecer su propio butsudan en su propia casa y ya no en la de sus padres.

En fin, eso ya es un tema para otro post, pero quise citarles algunas razones por las cuales se prefiere (o se acostumbra a que el hijo mayor lleve el Tootoomee o Ihai de la familia). En realidad, quise compartir en este post un cuento de Okinawa que trata de explicarnos (o quizás, de explicar a los más pequeños) el por qué tenemos un TootoomeeIhai en casa (dirigido, claro está, a los que tenemos un butsudan en casa).

NOTA: Las tablillas funerarias se denominan en japonés Ihai y en uchinaguchi (idioma de Okinawa), Tootoomee, pero como el cuento es de origen okinawense, prefiero utilizar el término en uchinaguchi, que sería " Tootoomee".

FUENTES:

viernes, 14 de febrero de 2014

La Piña en el Plato (¿O Sobre la Cabeza? ¿O Hacerla Rodar en el Piso?)... ¿Cómo Empezó Todo?

Ya estamos en febrero y el calor en Lima es insoportable. ¿No les provocaría un jugo de maracuyá o de fresas o una simple pero saludable agua de cebada? Pero eso sí, tienen que estar heladísimos y si se sirven con cubitos de hielo, mucho mejor, ¿no? 

En mi casa solemos tomar jugos en verano y ya hemos preparado jugos de maracuyá, de fresas, de manzana y hasta agua de cebada (que dicen que es muy buena para el estómago) y justo ayer se nos antojó preparar jugo de piña porque, como dicen, “en la variedad está el gusto”.
Imagen tomada de エクアドル在住女子@あんり
Pero, aunque es refrescante, lo que más me molesta de preparar jugo de piña es quitarle la cáscara y las hojas. Porque además de necesitar bastante fuerza y un cuchillo super afilado para hacerlo; al final me sale más basura para el tacho: cáscara, hojas y el corazón mismo de la piña.

Aunque ayer, ni bien estaba escogiendo la piña en el supermercado, ahí mismo le quité las hojas (que en casa le llamamos “moñito”).
"Ahora llegando a la casa, solo me quedaría quitarle la cáscara”, fue lo que pensé mientras contemplaba a la piña ya deshojada dentro del carrito de compras. 


Las únicas veces que compro una piña completa (con hojas y todo) es en obon. El obon, es una celebración japonesa que es como el día de los muertos, en donde se cree que los fallecidos regresan a la tierra a visitar a sus familiares y se quedan en la casa durante tres días.

(Derecha: imagen de un butsudan okinawense en el obon)
Imagen tomada de: ウィークリーマンション☆壺屋ガーデンハウス
Durante su visita, se acostumbra colocar comida japonesa, dulces japoneses o wagashi, y fruta variada en el butsudan (altar budista), en donde se cree que descansan nuestros parientes fallecidos o Senzo Sama mientras se encuentra de visita en la tierra. 


En mi casa tenemos el butsudan de mi papá y oji y, como las tradiciones casi siempre son “no preguntes, sólo hazlo”, desde que tengo memoria recuerdo que siempre hemos puesto una piña en el butsudan

Mi mamá me contaba que en Okinawa se solía hacer rodar la piña hacia la puerta de la casa en el último día del obón (llamado uukui ウークイ), que es cuando nos despedimos simbólicamente de nuestros parientes fallecidos. Y, como nunca faltan los "ahora me has hecho recordar..." que se vienen a la memoria cuando uno las refresca, mi mamá también recordó otra costumbre que me pareció muy curiosa. 
Me contó que antiguamente se solía colocar una piña sobre la cabeza y caminar hacia la puerta… y ahí terminó la historia, porque ya no sabía más (o no recordaba más). 

En ese momento, me quedé mirándola como si tuviera un gran signo de interrogación sobre mi cabeza, pero solo por unos breves segundos. No sabía si lo que me contaba era verdad. “No sé por qué lo hacían. Pero, así dicen”, fue lo que mi mamá me respondió.

Y como no siempre “mamá lo sabe todo”, me puse a buscar la respuesta en Internet, que al parecer, tiene respuestas a (casi) todo. Empecé a googlear “Costumbre de Okinawa sobre poner una piña en el Butsudan en el Obon”. Pero no encontré nada. Poco a poco, iba a acortando la frase en el buscador y al final, solo me quedó googlear palabras sueltas en japonés como “沖縄+お盆+パイナップル” (“Okinawa” + “obon” + “piña”) y al fin, me salieron muchas websites en japonés. 

Muchas de ellas casi no los entendía (había mucho texto y muchos kanji), pero encontré la website de Dee Okinawa (でぃーおきなわ) que me resultó muy curiosa. 

Aunque no explicaba el por qué se colocaba una piña en el butsudan y por qué se dice que hay que hacerla rodar o ponerla sobre la cabeza durante el obon, me daba varias pistas para encontrar la posible respuesta a mi duda.

Con muchas imágenes curiosas (e incluso algo graciosas) y poco texto, esta website describía cómo era una visita de un pariente fallecido en el obon. Después de leerlo, entendí más fácilmente lo que significa realmente el obon, en comparación con aquello que hemos escuchado de nuestras oba (o quizás, leído en libros o revistas). 

Pero, antes de hablar sobre la costumbre de la piña, mejor aprendamos un poco (o recordemos) sobre lo que significa el obon (y disfrutemos viendo las imágenes que encontré, algunas más divertidas que otras): 

PARA AGRANDAR LA IMAGEN, HACER CLICK SOBRE ELLA. VOLVER A HACER CLICK PARA REGRESAR AL TAMAÑO ORIGINAL. (Todas las imágenes a continuación, a menos que se indique lo contrario, pertenecen a Dee Okinawa) (でぃーおきなわ)


PRIMER DÍA: UNKEE ウンケー 
¡Hola a todos! ¡Después de 1 año que los vuelvo a ver! 

El pariente fallecido (que se llama Senzo Sama 先祖様 en japonés) llega a la casa de su familia apoyado en una caña de azúcar (guusanuuji, en uchinaguchi).
Imagen tomada de: Dee-Okinawa

En el obon, muchas familias acostumbran colocar 2 cañas de azúcar a cada lado del butsudan. Se cree que los Senzo Sama usarán la caña de azúcar como bastones para caminar entre la oscuridad y llegar hasta la casa de sus familiares. 
(Para que reconozcan que este actor es el Senzo Sama, se ha colocado un triángulo blanco en la frente, el cual es el símbolo de los fantasmas en Japón).
Imagen tomada de: Dee-Okinawa
¡Por fin llegué a casa! Ahora, a acomodarme en mi butsudan

Se cree que el Senzo Sama llega a la casa y se instala en el butsudan, en donde la familia previamente ha colocado la comida, fruta y dulces. Es una forma de darle la bienvenida.

Dependiendo de las costumbres de cada familia, se coloca comida japonesa, frutas y diferentes dulces japoneses. Si la familia es de ascendencia okinawense, no debería faltar la carne de cerdo ni la piña, como vemos en la foto.

Tengo hambre... Mejor, voy a comer la comida y los wagashi que mi familia ha preparado.
Imagen tomada de: Dee-Okinawa
Imagen tomada de: Dee-Okinawa

En un butsudan al estilo okinawense, la familia no solo coloca comida, fruta y dulces tradicionales, sino que también coloca 2 cañas de azúcar (con los que el Senzo Sama se apoyará para caminar y que se dice que debe tener 7 nudos), así como 7 varas pequeñas de caña de azúcar atadas y colocadas a cada lado del butsudan (es decir, deben haber 14 varas pequeñas). En un antiguo recorte de periódico que habla sobre el obon en el Perú, dice que la caña de azúcar es usada por el difunto (Senzo Sama) para golpear a las "almas malas" que intentan entrar a la casa, puesto que aprovechan el obon (que son los únicos días en que pueden regresar a la tierra) para entrar a las casas y aplacar su hambre y sed (y que se cree que estas almas no tienen familia en la tierra). 

SEGUNDO DÍA: NAKANUHII ナカヌヒー
Imagen tomada de: Dee-Okinawa
Mientras estoy comiendo, voy a escuchar las "buenas nuevas" que cuenta mi familia...

Durante el obon, se acostumbra que los familiares se reúnan en la casa en donde se encuentra el butsudan.

Los familares se reunen alrededor del butsudan mientras conversan, a veces cantando o bailando Eisa. Más que considerar al obon como un "día de los muertos", es como una fiesta que se le ofrece al alma del Senzo Sama que viene de visita desde el "más allá". Antes que la familia disfrute de la comida y dulces, se debe colocar en el butsudan para que el invitado principal (que es el Senzo Sama) lo disfrute primero. En el segundo día (llamado en uchinaguchi Nakanuhii), se cree que el Senzo Sama simplemente disfruta su estadía en la casa, comiendo y bebiendo lo que la familia ha preparado especialmente por su visita y "participando" de las reuniones familiares.

TERCER DÍA: UKUII ウークイ

Ya tengo que irme... pero antes, necesito llevar algo de dinero para mis gastos en el "más allá".
Imagen tomada de: Dee-Okinawa
En el último día del obon, que se llama Ukuii, el Senzo Sama "realiza" los preparativos para su viaje de retorno al "más allá". La familia le "entrega" dinero, representados simbólicamente por el "Uchikabi" ウチカビ que es el "dinero para el más allá" .


Imagen tomada de: Dee-Okinawa
Aunque este "Senzo Sama" esté metiéndose el uchikabi en el bolsillo de su pantalón, lo cierto es que este dinero suele quemarse en el último día del obon.
El uchikabi, junto con algunos dulces y algo de comida, son quemados para que, de forma simbólica, puedan ser llevados por el Senzo Sama en su viaje de retorno.


En Okinawa se acostumbra envolver con hojas de Kuwazuimo クワズイモ algunos dulces, la comida y el uchikabi (como si fuera un furoshiki japonés) para que el Senzo Sama pueda llevárselos al más allá. Todo este "paquetito" es colocado sobre una vasija resistente al calor y se le prende fuego. (A este envoltorio o "furoshiki" hecho de hojas se le llama Uukuikaasa ウークイカーサ en uchinaguchi)
Imagen tomada de: Dee-Okinawa


En Perú, ya no es usual hacerlo. Más bien, en mi casa, por ejemplo, solemos poner un balde con agua y en ella vertemos el agua de los floreros del butsudan y el sake del butsudan (en mi casa usamos pisco peruano) para botarlos luego al caño. Y en una bolsa de plástica, solemos colocar algunos wagashi (u okashi, como generalmente llamamos a los dulces), algo de la comida que sobró (como tempura, carne de cerdo, kombu, etc.) y le colocamos una moneda de 1 sol. Ya cuando terminanos de limpiar el butsudan, llevamos este "paquetito" (que sería como el "equipaje" del Senzo Sama a alguna calle que esté un poco alejada de la casa y lo dejamos en el piso. Regresamos a la casa sin voltear a verlo, porque si no lo hacemos así, el Senzo Sama estaría regresando con nosotros a la casa. Es como una despedida (hasta el otro año).

Imagen tomada de: Dee-Okinawa
Imagen tomada de: Dee-Okinawa
Con el Guusanuuji (la caña de azúcar) y su Uukuikaasa (paquetito) en el hombro, este gracioso Senzo Sama se despide de su familia hasta el siguiente obon

Pero, ¡esperen!, aquí vemos al Senzo Sama con una piña en la cabeza y justamente les había prometido contarles acerca de esta costumbre.
Pues bien, como les había comentado anteriormente, no encontré casi nada de información sobre esta costumbre, salvo que, como dice el recorte de periódico que aún conservo, "a los difuntos les agrada la piña, porque es una fruta dulce y olorosa".

Y, al parecer, se acostumbra colocar una piña en el suelo y hacerla rodar hacia la puerta como la partida del Senzo Sama (de forma simbólica) junto con los regalos que le hace la familia, que son la comida, los dulces y el uchikabi. Y para el mismo propósito, se acostumbraría a llevar una piña en la cabeza, así como muestra este actor de Senzo Sama.  

Así que, el por qué se dice que se solía hacer rodar una piña o el llevarla en la cabeza, era simplemente porque simbolizaban el momento en que el Senzo Sama se despedía y se llevaba la piña consigo (así como sus otros "regalos": comida, wagashi, uchikabi). Me contaron que la piña es una fruta típica de Okinawa por lo que, seguramente, esa sea la razón por la que la incluyen dentro de los alimentos que se ofrendan al butsudan(*). Así pasa en toda costumbre antigua: siempre hay variaciones y adaptaciones, según el pueblo y la familia.

La piña, aunque en Okinawa se acostumbraba a usar preferentemente el fruto del Adan (y que es muy parecida a la piña) por ser grande y pesada, no podría ser "llevada" por el Senzo Sama (o mejor dicho, no lo podríamos quemar fácilmente junto con los wagashi o el uchikabi, porque no podemos cortar nada, ni la fruta o los wagashi).

Por eso, el Senzo Sama se lo lleva en la cabeza, pero se coloca previamente un aro hecho de paja que le ayudará a mantener el equilibrio sobre su cabeza.

Fruto del Adan tomado de: てぃだぬすま宮古島 (Photo by Ikuko O.)

Este aro o rodete de paja se llama en uchinaguchi ganshinaa ガンシナー y suele ser colocado debajo de la piña que va en el butsudan (como vemos en la siguiente imagen de la derecha). 

Ganshinaa (Imagen tomada de: やむやむ [yum-yum])
Imagen tomada de: 琉球料理(嘉陽かずみ)

No solo el ganshinaa dará soporte a la piña para que no se tambalee y se caiga cuando esté colocado en el butsudan, sino que el Senzo Sama lo utilizará para llevarse la piña (metaforicamente) cuando regrese al más allá.
Imagen tomada de ういずあすブログ
Si no tenemos un ganshinaa a la mano, podemos fabricar unos rodetes o aros con tecnopor, o quizás cartón, para colocar las piñas.

En mi casa nunca hemos usado una ganshinaa y siempre he visto que colocaban la piña sobre un plato o, si la piña era muy grande, lo colocábamos tal cual estaba, es decir, sin nada de plato o base (aunque últimamente, solemos colocar papel toalla doblada de cuatro para que no ensucie el butsudan).
Pero, ahora sabemos que si ponemos piña en el butsudan, podríamos ponerle un ganshinaa, pensando en la comodidad de los Senzo Sama cuando quieran llevárselo al más allá.

Realmente, no puedo dejar de pensar en que si es cierto o no que los Senzo Sama pueden llevar una piña sobre sus cabezas. Me recuerda tanto a los "pregoneros" de la Lima antigua (aquellos vendedores ambulantes que, a viva voz, vendían sus productos y los cuales llevaban sobre sus cabezas. Antiguamente se les podía ver en las calles limeñas de principio de siglo, llevando grandes canastas o bandejas en donde colocaban su mercadería (generalmente, comida) sobre sus cabezas, utilizando generalmente un rodete parecido a una ganshinaa debajo de la canasta o bandeja para evitar que se caiga (así como vemos en la imagen de la derecha).
Imagen tomada de Lima de Ayer y Hoy
En mi casa desde que tengo memoria, siempre hemos mezclado las costumbres japonesas con las okinawenses y las peruanas. Toda una mezcla. Creo que por eso, solemos confundir muchas costumbres. Pero, como se dice, si no conocemos la historia o el origen de una costumbre, ésta puede perderse en la memoria o seguir vigente, aunque ya, seguramente, con muchos cambios o adaptaciones hechas de generación en generación. Y muchas veces, una costumbre que muchas veces es adaptada o modernizada, podría, finalmente, resultar siendo otra nueva costumbre y no la que nuestras oba u oji nos enseñaron. 

Las imágenes en sí, pueden parecer graciosas y, seguramente, algunas personas "muy mayores" (aunque yo también soy una persona "algo mayor", puesto que ya paso los 30 años), pensarán que este blog ha tomado con cierta sorna o burla la celebración del obon en Okinawa. Pero, una costumbre que es tan diferente a la nuestra, a veces es difícil de entenderlo (y recordarlo) si simplemente leemos un texto o, escuchamos de alguna persona. Y si hablamos de costumbres de Okinawa, que casi siempre es transmitida de boca en boca y de generación en generación (y que son distintas a las de Japón y ni qué hablar de las de Perú), resultan, muchas veces, más difíciles entenderlas. 

Definitivamente nuestras oba saben el origen de estas costumbres, pero casi siempre no les prestamos atención o quizás, ellas simplemente piensan que no es necesario decirnos el por qué de algo. Y así, con el tiempo, aunque sigamos repitiendo la misma costumbre, terminamos olvidando el por qué y comenzamos a hacerle pequeños cambios o adaptaciones (como poner un sol en la bolsa, en lugar de quemar uchikabi o la de colocar cuadros del Corazón de Jesús al costado del butsudan ).

Yo, por mi parte, al leer (y mirar las curiosas y hasta graciosas escenas), aprendí mejor (y me sería difícil olvidarme) el por qué colocamos una piña o una caña de azúcar en el butsudan. Y como si fuéramos niños,  "lo que se aprende como jugando, se aprende más rápido y mejor".

Y ustedes, ¿sabían el por qué decían que hay que rodar las piñas? ¿O por qué se solía llevar una piña encima de la cabeza en el último día del obon?  

(*) Gracias a Fernando Nakasone Nozoe por la información adicional.

PARA SABER UN POCO MÁS:
FUENTES:  
  • TANABATA Y OBON (extracto de un artículo periodístico de una serie de artículos publicados de la yuta Lydia Shashiki en el diario Peru Shimpo (edición impresa). Perú. Año 2000, aproximadamente). 
(Hacer click sobre la imagen para agrandarla).

Hace 100 años Apareció el Primer Ejemplar de Jiritsu (A propósito del 4to Aniversario del Blog)


Ya han pasado 3 años desde que Jiritsu publicó su primer post en el blog y como dicen, los cambios son buenos. 
El "Jiritsu" original nació en Lima en 1910 y fue un informativo de la colonia japonesa que era muy rudimentario (mimeografiado y cuyas hojas estaban sujetas con hilos) que solo existió por 3 años, es decir, hasta 1913. 

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(Imagen tomada de Discover Nikkei)
Pero, después de 100 años y de forma casual, aparece nuevamente un informativo con el nombre de "Jiritsu", pero esta vez en formato web y en español. 


El blog "Jiritsu" nació en el 2010 y a comparación de su antecesor, pretende continuar informando (y entreteniendo) y así, este año cumple 4 años de en la blogósfera. "Jiritsu", que nació como proyecto temporal, cree que ya es hora de hacer cambios pero manteniendo siempre la seriedad de las investigaciones. 

Muchas veces es difícil mantener vigente un blog, sobretodo si el que escribe el blog trabaja en algo que es completamente distinto a lo que trata el blog, es decir: cero historia, cero japonés. Y si hablamos que es un blog, muchas veces la historia y la juventud "no hacen una buena pareja" y la mayoría de usuarios de los blogs (que serían generalmente los jóvenes) terminarían por no leerlo.

En fin, Jiritsu estará presentando pronto su nuevo logo, como uno de los objetivos propuestos por este nuevo aniversario. ¿Estará dedicado a un público joven o ya mayor? Es difícil definirlo exactamente, puesto que yo misma estoy en el "medio" de las 2 generaciones. Pero lo que sí estoy segura es que atraerá la curiosidad de los jóvenes y la nostalgia de los mayores. 

FUENTE:
DISCOVER NIKKEI. SAKUDA, Alejandro. La Prensa Japonesa en el Perú - Parte 1. 2010.

jueves, 13 de febrero de 2014

¿Se Acuerdan del "Upupitu Taapitu"? (Juego de los Dedos de Okinawa)

Estoy segura que con ese nombre muchos no se acordarán, pero si les digo la canción de los dedos, quizás algunos sí. 

Estaba buscando datos para el sgte. post y encontré una web en donde muestran varias canciones infantiles de Okinawa (creo que son antiguas). Por curiosidad, estuve hojeándolas y había una canción que me llamó muchísimo la atención: se parecía a una canción que mi oba me hacía jugar con mi hermana cuando yo estaba muy pequeña (creo que yo tenía unos 5 años). 
No me acuerdo la letra, pero sí me acuerdo que me cogían los dedos de la mano y al final, me hacían cosquillas en la axila. 

El "Upupitu Taapitu" (うぷぴとぅ たーぴとぅ, que parece que es el título de la canción, según la web que encontré y que literalmente se traduciría como "El pulgar y el Índice" en uchinaguchi) es un juego en donde dos niños se encuentran frente a frente y uno de los niños es quien coge, con una mano, la muñeca del otro niño y con la otra comienza a coger cada uno de sus dedos, mientras canta el "Upupitu Taapitu".

Literalmente, la canción del "Upupitu Taapitu" se traduciría como: 
(lo que está en paréntesis sería la acción) :

"El dedo grande (coge el pulgar del otro niño), 
el dedo que señala (coge el índice), 
el que es más grande (coge el dedo medio), 
el que es rico (coge el anular), 
el dedo más chico (coge el meñique)... 
Y desde aquí, ¡viene el insecto! ¡Aa kucha kucha kucha!

Versión en uchinaguchi 
(idioma de Okinawa):
"Upupitu, 
 taapitu, 
taka mashara 
jinmucha 
tootu gama
uma kara musu ga manukishi... 
Aa kucha kucha kucha" 
Versión en japonés:

Ooki yubi,
tanin wo sasu yubi,
ichiban takai mono,
okanemochi,
ichiban chisana yubi,
soko kara, komushi ga yatte kite...
Aa  kucha kucha kucha!

Y al final, le hace cosquillas en la axila con la mano que estaba cogiendo los dedos. 
El niño que recibe las cosquillas no se puede mover porque justamente el otro niño le ha estado sujetando la muñeca. 

Y ya que estamos hablando de un recuerdo de niñez y como la nostalgia no perdona, no puedo dejar de mencionar a Topo Gigio, un famoso personaje infantil que también tenía una canción de los dedos y que ese sí, me acuerdo muy bien la letra (aunque hayan pasado tantos años, aún lo recuerdo): 
"El meñique se llama Enrique; el anular, Julián; el mayor, Melchor; el índice se llama Eurídice y el pulgar, Omar")... Y se parece "en algo" al ""Upupitu Taapitu" de mi oba...(¿quién dijo que los juegos infantiles conoce de fronteras?) 

Video de la canción de los dedos  de Topo Gigio:

 ¿Y ya algunos se acordaron del "Upupitu Taapitu"? 

**Por razones de copyright, intenté comunicarme vía email con el propietario de la website de donde encontré la información, pero  al parecer, su email (awa@open.ed.jp) no funciona.

Pero, aquí les comparto el póster de Topo Gigio promocionando su película "Topo Gigio no Botan Sensou (トッポ・ジージョのボタン戦争, traducido como "Topo Gigio y la Guerra del Misil") que fue una estrenada en Japón en 1967 y que entre sus guionistas se encuentra Ei Rokusuke, el mismo que escribió la famosa canción "Sukiyaki".

(Imagen de la izquierda tomada de  Cinedelphia)


FUENTE:

sábado, 8 de febrero de 2014

Cuando te Enteres lo Real que hay Detrás de Sadako, ¿Volverás a Tenerle Miedo?

¿Quién no ha escuchado hablar de Sadako, aquella “fantasma” que echaba una maldición en “Ringu” (como se le conoce en japonés a “El Aro” o "The Ring") y que cubría su rostro con sus largos cabellos negros y salía arrastrándose de un pozo y hasta de la misma pantalla de TV? He visto tantas veces esta película, que ya ni me acuerdo cuál versión he visto primero, si la americana o la japonesa, pero no puedo negar que la versión que más me ha impresionado es definitivamente la japonesa con su protagonista Sadako.

(PARA AGRANDAR LAS IMÁGENES, HACER CLICK SOBRE ELLAS. VOLVER A HACER CLICK PARA REGRESAR AL TAMAÑO ORIGINAL)
Imagen tomada de Kansas State University-Anime Club
Parece que la imaginación le gusta jugarnos malas pasadas, especialmente con aquello que desconocemos; pero felizmente que nuestra lógica entra en acción y nos dice que “no todo es real”. Aunque, muchas veces, lo irreal puede ser muy real. Así como Sadako. 
Sadako no es un simple personaje ficticio creado de la nada, sino que fue el producto de la fusión de dos personajes que realmente existieron.
Además, toda aquella “producción” detrás de ella (sus movimientos lentos y marcados, su largo cabello en el rostro o el vestido mismo que llevaba), no es producto de una imaginación prodigiosa para crear un personaje de terror, sino de una gran imaginación para combinar acertadamente diferentes características de personajes y hechos ya existentes que, por separado, resultarían hasta insipientes.

Nunca me puse a pensar en aquellos detalles, hasta que leí un artículo de Mark Frey sobre los secretos de Sadako. 

Mark Frey (quien ha realizado una conferencia sobre la película Ringu y su versión americana, The Ring, en el Museo de Arte Asiático de San Francisco en el 2012) ha analizado la película Ringu y nos explica que detrás de todo ese terror creado por la magia de la TV (y del cine), se esconde un pasado lleno de historia y cultura japonesa y que viéndolo así, creo que la próxima vez que veamos a Ringu o, específicamente a Sadako, ya no deberíamos tenerle tanto miedo. Entonces, ¿qué les parece si vemos lo "real" que hay detrás del personaje Sadako.

CHIZUKO Y SADAKO: DOS CLARIVIDENTES JAPONESAS DEL SIGLO XIX
Como les había comentado, Sadako como personaje de “Ringu” o “El Aro” (como la prefieran llamar), no es totalmente ficticia. Es una novela y un personaje que se basan en la novela “Ringu” escrita en 1991 por Koji Suzuki, quien, a su vez, se inspiró en la vida de Chizuko Mifune y Sadako Takahashi, dos clarividentes japonesas, que vivieron a inicios del siglo XX, precisamente en una época en donde los fenómenos paranormales no solo eran el boom del momento en Japón, sino también en Europa y los Estados Unidos.
Chizuko Mifune (Imagen tomada de National Diet Library)
Takahashi Sadako (Imagen tomada de Forteantimes)
Chizuko Mifune era una clarividente que podía descubrir las enfermedades y curarlas utilizando simplemente sus manos. Sus habilidades psíquicas llamaron la atención de muchos curiosos, incluso, de investigadores como Tomokichi Fukurai, quien era profesor de Psicología de la Universidad de Tokyo.

En 1910, Tomokichi organizó una demostración pública con el fin de validar los poderes de Chizuko, pero en plena demostración algo salió mal y los asistentes acusaron el acto como fraudulento, lo que acabó no solo con la carrera de Chizuko sino también con su vida. Sumergida en una profunda depresión, Chizuko terminó suicidándose al año siguiente. 

Supuesta imagen de nensha tomada por Tomokichi Fukurai
Imagen tomada de Wikimedia Commons
Aún después de la muerte de Chizuko, Fukurai continuó con sus investigaciones sobre los fenómenos psíquicos, aunque esta vez fue con Nagao Ikuko y con Takahashi Sadako, quienes eran capaces de proyectar sus imágenes mentales directamente sobre una placa fotográfica (una técnica llamada "fotografía del pensamiento" o nensha en japonés) y, al igual que Chizuko, Ikuko fue acusada de fraude y terminó suicidándose. 

Hasta aquí, y para quienes ya han visto la película, ¿les recuerda algo estas escenas, como el nensha, que puede proyectar imágenes en un film fotográfico y la maldición del video de Sadako o quizás, la escena misma en "Ringu" en donde aparece la madre de Sadako, Shizuko, que en plena demostración de sus habilidades, fue acusada de fraude y terminó suicidándose? Pues bien, ahora sabemos que la fuente de inspiración de Ringu son hechos tomados de la historia de la parasicología en Japón. Simple historia, casi nada “del otro mundo”. Pero aquí no termina la historia (lo real) detrás del terror.

LA DANZA BUTOU DE LOS AÑOS 60
Hay una característica de Sadako, el personaje más tenebroso de la película, que es como el “sello de fábrica” de Ringu (y la causante de mis miedos nocturnos): su forma de caminar lenta y tambaleante. 

Extracto de la Película "Ringu" (la versión japonesa), en donde Sadako aparece saliendo del pozo y podemos apreciar esa forma de caminar pertubadoramente lenta y tambaleante, muy similar a la de la danza Butou.
Kazuo Ohno en una presentación ("El Mar Muerto") en donde muestra una inquietante y perturbadora similitud con los movimientos de Sadako. (Link tomado de Mark Frey)

Se dice que ese peculiar movimiento se inspiró en una danza contemporánea llamada Ankoku Butou (o simplemente, Butou) que nació en la década de los 60 por el horror y las muertes que dejó la segunda guerra mundial. Muchas películas de terror japonesas rescataron este estilo único de movimiento y lo tomaron como marca personal de los fantasmas japoneses, por lo que, generalmente, son bailarines de Butou o actores que han sido entrenados por éstos los que actúan como los fantasmas en estas películas de terror. 
Imagen tomada de Kazuo Ohno Dance Studio Official Website
Hijikata Tatsumi, uno de los fundadores (junto con Kazuo Ohno) de la danza Butou. En este póster que publicita la presentación titulada "Watashi no Okaasan" ("Mi Madre"), podemos observar una inquietante similitud con Sadako en la escena en que sale del pozo.

OKIKU Y OIWA, DOS ONRYOU O FANTASMAS DEL SIGLO XVIII  
Aunque el tema de los fantasmas no es algo "real" (o tangible), es un hecho que los fantasmas "existen" no solo en la mente de unos pocos, sino también en varias artes tradicionales japonesas. 

Tanto en la literatura como el teatro tradicional (por ejemplo, el Kabuki), no pueden faltar los fantasmas, conocidos por lo general como obake.

Existen varias categorías de fantasmas dentro del folklore japonés, mencionándose, para este caso, a aquellos que buscan venganza y que se les conocen como onryou, que son aquellos que regresan a la tierra para vengarse de aquellos que le hicieron daño  y cuya descripción encaja casi perfectamente con el perfil de Sadako. 

Los largos cabellos sueltos y un vestido blanco son las características de estas onryou (y casi de todos los obake, puesto que en Japón se cree que los fantasmas lucen así, puesto que así fueron enterrados) y que nos recuerda muy bien a Sadako. Y, es más, hay dos onryou muy conocidas en la creencia popular: Okiku y Oiwa.
Representación de Okiku saliendo del pozo
Imagen tomada de Library of Congress USA 
Okiku era una sirvienta que trabajaba en la casa de un samurai. Un día, mientras estaba limpiando una colección de diez platos muy valiosos, se le cayó uno por accidente y se le rompió. Al contar lo sucedido a su patrón, éste, lleno de ira, la mató y la arrojó a un pozo. Desde ese momento, el espíritu de Okiku salía por las noches del pozo contando hasta nueve y, al recordar que no tenía el décimo plato, rompe en un llanto y lamento desolador. 

Este relato es conocido como "Bancho Sarayashiki" o Residencia de los Platos en Bancho y fue escrita en el siglo XVIII. 
(Hasta ahora, vemos otra similitud con Sadako, la sed de venganza y la salida por las noches de su escondite, que era un pozo al cual fue arrojada en vida).

Y sobre Oiwa, es el personaje de una historia escrita en 1825 titulada "Yotsuya Kaidan" ("Historia del Fantasma de Yotsuya"), que retrata el espíritu de una mujer vengativa, Okiku, quien fue asesinada por su esposo. Éste, al querer casarce con otra mujer, envenena a su esposa Oiwa y ésta, convertida ya en un espíritu vengativo u onryou, hace que su esposo vea su rostro desfigurado en cada una de las personas que aún viven con él y éste, presa de la locura, los mata.
Imagen tomada de The Metropolitan Museum of Art
Representación de Oiwa
Hemos repasado algo de la historia de Japón (sea en el campo de la parasicología, de la danza o del folklore mismo) para tratar de entender, aunque sea un poco, acerca del origen de Sadako.
Y, como se dice, casi siempre tenemos miedo a lo desconocido. Pero, ahora que has leído este post y conoces un poco más acerca de la historia "real" detrás de Sadako, ¿crees que aún te asustaría cuando la vuelvas a ver? 

FUENTES:

LA SANBASAN (PARTERA) "MÁS FAMOSA" EN LA LIMA DE LA PREGUERRA: LA SANBASAN TOKESHI

La foto que muestro fue tomada el 27 de febrero de 1930.  Es una vista del patio de Lima Nikko en una ocasión especial.  En ese día, hubo un...